El día de hoy he decido dedicar este espacio, para hablar del sensible fallecimiento del profesor Efrén Gustavo Marqués Rueda. Me encontraba revisando la página de la facultad, cuando de pronto vi que había un anuncio referente al profesor, al leerlo no lo podía creer porque para mi él era una persona muy joven y llena de vida.
Curse con él la asignatura de Derecho Internacional Privado, y me atrevo a decir que fue uno de los mejores profesores que he tenido en la facultad. Tenía un amplio conocimiento sobre Derecho a pesar de ser internacionalista, tenía una gran forma de explicar y dar clase como ninguna otra persona porque amaba hacerlo; así mismo, era una gran persona a la cual le tengo admiración.
Aún no puedo creer que haya fallecido, no me cabe en la cabeza como pudo suceder o si estaba enfermo o cualquier otra cosa; realmente me siento triste, porque es un gran pérdida para la UNAM y desde aquí deseo mandarle un saludo en donde quiera que se encuentre.
Hoy leí que Dios presta a los hijos para que los padres los cuiden y les den amor, y que no se deben enojar con él cuando se los lleva al reino de los cielos; porque todo lo que baja a la tierra vuelve con Dios; él solo se lleva lo que es suyo. Esto lo leí en una oficina y me pareció muy interesante por eso en estos momentos lo comparto.
Con toda esta situación me doy cuenta de que la vida es demasiado corta, más de lo que pensamos; siempre dicen que hay más tiempo que vida y ahora empiezo a creer que es cierto; por eso se debe de disfrutar la vida al máximo, porque uno nunca sabe que va a suceder el día de mañana. ¡Descanse en Paz querido profesor!.
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